El Girona abrió su entrada en Europa por primera vez en su historia con una acción deslumbrante ante el Cádiz. Después de seis días, ya sólo le queda saber en qué torneo competirá, una vez asegurada la Liga Europa. El fútbol y la ambición, además de la clasificación (10 puntos en el arranque del quinto puesto del Atletismo), se suman a la Liga de Campeones. El deseo de Montilivi viene impulsado por la necesidad del Cádiz, que está más alejado que el Celta por su permanencia. El plantel Andaluz fue un simple espectador del virtuoso despliegue gerundense.
4
Gazzaniga, Eric García, David López, Daley Blind, Miguel Gutiérrez (Arnau Martínez, min. 76), Yangel Herrera (Jhon Solís, min. 58), Yan Couto (Pablo Torre, min. 86), Aleix García, Sávio, Iván Martín (Portu, min. 76) y Dovbyk (Toni Villa, min. 86)
1
Jeremías Ledesma, Lucas Pires, Iza, Aiham Ousou, Victor Chust, Rubén Alcaraz, Álex Fernández (Escalante, min. 45), Robert Navarro (Sergi Guardiola, min. 85), Iván Alejo (Rubén Sobrino, min. 70), Maxi Gómez (Roger, min. 69) y Juanmi (Chris Ramos, min. 45)
goles 1-0 minutos 9: Eric García. 2-0 minutos. 21: Iván Martín. 3-0 minutos. Min. 71: Dovbyk. 3-1 minutos. 80: Escalante. 4-1 minuto. 81: Puerto.
Árbitro Javier Alberola Rojas
Tarjetas amarillas Álex Fernández (min. 30), Miguel Gutiérrez (min. 42) y Víctor Chust (min. 75)
El partido que acabó en una muy buena primera parte del equipo de Michel. Los blanquirrojos jugaron con agresividad y velocidad, defensas imposibles para el Cádiz, perdido en Montilivi. El ritmo del partido fue tan diabólico como el resultado preciso del fútbol del Girona. Con uno o dos toques, los muchos hombres de Michel siempre encuentran al jugador libre para tirar del bote y armar el remo ante Ledesma. El excelente trabajo colectivo quedó rubricado por dos goles y dos rayadas en menos de 40 minutos ante la sombra del Cádiz. Derribado cinco veces en el campo de Ajeno, el Girona tiene mucha fuerza y bondad en Montilivi.
Estrategia combinada con preciosismo para certificar el 2-0. Eric García cabeceó un centro de Savinho en la punta de un córner preparado por el cuerpo técnico e Iván Martín cruzó con un zurdazo un balón habilitado por un taconazo de Miguel. La confianza y seguridad del Girona, excelente en la ocupación de espacios a partir de la presencia y la profundidad, contrastó con el semblante y la fortaleza del Cádiz. Los puntos encajados por el Athletic han alimentado aún más la ansiedad del Girona por conquistar la Liga de Campeones. El descanso, en cualquier caso, marcó un punto de inflexión para la Suerte del Cádiz.
Los de Pellegrino cobraron vida con intensidad mientras el Girona perdía amplitud en el campo y detrás de Gazzaniga. Los blanquirrojos son los más reconocibles y admirables cuando no rehuyen atacar en los momentos en los que intentan golpear el balón como si les hubieran avisado antes que el Atlético. A Míchel no le gusta que su equipo maneje un goleador favorable pero exige que la tensión competitiva no baje y menos en Montilivi. La irritación del técnico aumentó cuando el Cádiz rodeó la portería y en una excelente maniobra Dovbik marcó el 3-0 que fue validado por el VAR.
No sirvió de nada al Cádiz que marcó tras Escalante en un córner porque acto seguido el propio Escalante comprometió a Ledesma y Portu marcó el 4-1. No más discusión futbolística hasta que una esperanza impaciente del equipo y del equipo se ve impulsada a celebrar un éxito sin precedentes: el Girona jugará en Europa. La vuelta es la Champions y el próximo rival en Montilivi es el Barça.
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