Hoy en día no hay competidora más competitiva en el circuito femenino que Iga Swiatek, la número uno del mundo, la tenista reinante desde que Ashleigh Barty se retiró en marzo de 2022. Si ves estos partidos en el inicio del Masters de Madrid, donde La pole fue para Madison Keys (6-1, 6-3, 1h 11m) con su formidable dominio desde la línea de fondo en su décima semifinal de un WTA 1000, el récord para una jugadora en solitario 22 años después de conquistar cuatro grandes. Con el estadio Manolo Santana prácticamente lleno, con decenas de postes en las filas animando su figura -eran 15 bandas del país-, Swiatek impone un ritmo de punta a punta, al frente del otro lado de la roja para alcanzar el estadio (20 del clasificación) con un doble romper en cada set y competir por la final (sábado, 18.30 horas; Teledeporte y Movistar) del único gran torneo del país que aspira a conquistar tres Roland Garros y dos coronas en Roma. Después de que se le cayera el último pelo a Aryna Sabalenka (2ª, 25 años) en 2023, el encuentro con la poderosa bielorrusa —esta noche recompuso su choque ante Elena Rybakina (1-6, 7-5, 7-6(5), 2h 19min)—, el único tenista que ha tenido su hegemonía desde que comenzó hace más de dos años.
Hay muy pocos jugadores en el circuito capaces de igualar el ritmo de Swiatek. La polaca a veces no es la más virtuosa, y ciertamente no la más fuerte en el agarre de la pelota, pero sí la más sólida, una competidora del titanio. Lo sufre Keys, un tenista de 29 años que sabe que está jugando una final de Grand Slam (US Open 2017) y gana un WTA 1000 (Cincinnati Open 2019), pero hoy vio como la victoria del tiro libre desde la línea de fondo Vino con una cadencia que no puedes captar. “Estoy muy feliz de haber hecho un partido tan sólido hoy. Madison no es un jugador fácil de enfrentar, tiene un juego muy rápido y un servicio excelente. Estoy muy concentrado y contento de haber seguido mi táctica”, afirma al pie de la pista del triunfo Swiatek, que dedica unas palabras en polaco a sus compatriotas que se acercaron hoy al estadio.
Keys tiene un gran bolso y un trasero potente, y es el tercer estadio universitario de cara a las semifinales de los dos WTA 1000 del planeta (Madrid y Roma) después de que lo hicieran las hermanas Williams, pero sus armas no llegaron a esta malla tardía. en polaco. Swiatek, camiseta blanca de manga larga para el precioso tiempo que ilumina estos días en Madrid, parece a veces un robot en la línea de fondo. Tiene un fantástico juego de pies -basado en pies fuertes- con el que neutraliza el saque y la derecha de su rival, incapaz de seguir el ritmo que propone. En un pispás te pones 3-0 llegas al primer set (te llevas 14 puntos de los primeros 17) y la amenaza de un rojo (un 6-0) crece al marcar el 0-30 en el segundo disparo del Statodounidense. Las teclas responden con un par de asespega dos buenas derechas ganadoras, se plantea el juego y resuelve: es el único que inicia sesión en el primer manga.
El tenis de Swiatek es tan fiable y preciso que en unos momentos parece un péndulo. “¡Ay ay ay!”, grita cuando se escapan las derechas consecutivas en los primeros jugadores del segundo set. Los dos errores no forzados ayudan a Keys a completar la primera jugada del partido con su saque, único momento en el que está completamente sobre el goleador. Pero el número uno no permite que la trama siga tan tarde en el barrio de San Fermín: si vuelve a golpear, vuelve a golpear con su erosión —con ese ritmo de balón que nadie caso aguanta—, rompe el servicio de el estado común al próximo intento y la hace de vuelta para ganarse el choque al resto con los demás romper.
En el comedor, cuando se le pregunta cómo se siente ahora respecto a su nivel de tenis, Swiatek dice que está “muy confiada”. Su rival del sábado, Sabalenka, la derrotó el año pasado como número uno entre septiembre y noviembre y en Madrid -donde ganó dos veces: 2021 y 2023- la derrotó en mayo en una de las finales más apasionantes de la historia del torneo: “Será un desafío y será duro. Yo estaré lista”.
Medvedev se retira y Alcaraz se queda con el clasificación
Daniil Medvedev, número cuatro del mundo, se retiró lesionado esta noche en los tramos finales del Open de Madrid por delante de Jiri Lehecka. El ruso decidió abandonar el choque tras perder por 6-4 el primer set -pues ya se había encargado de prestarle asistencia médica- y comprobar que no podía corresponder a la normalidad debido a un acoso en la zona interna del izquierdo. músculo. En retirada las impides dejarles a Carlos Alcaraz la tercera plaza de la clasificación –have debancado al jugador español si hubiera ganado el partido—.
Lehecka, que derrotó en dos sets a Rafa Nadal en octavos de final, se anotará un buen puñado de semifinales con el canadiense Félix Auger-Aliassime (20.00 horas, Tdp y Movistar), que también accede a la penúltima subida del torneo entre la bahía de Jannik Sinner. El italiano, de 22 años, anunció a los chicos que no podía saltar a la pista y jugar por acoso en la zona trasera del cadete. La otra semifinal masculina también tuvo lugar el Viernes en Taylor Fritz con Andrey Rublev (16.00 horas, Tdp y Movistar).
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