Cuando Riquelme fue expulsado en Lunin para oír el partido, varios jugadores del Atlético se desbocaron sobre el césped mientras Diego Pablo Simeone corría hacia la línea de fondo para rematar la aleta que se tragó al canterano. Una comida para los rojiblancos que habían visto como el Madrid, les había igualado dos veces y acabaron dando la vuelta al campo. Esta vez el equipo pudo defender la portería de Griezmann al borde de la primera parte del partido. “Victoria muy importante, ellos siempre pelean. Al final podemos marcar este último gol que le damos el pase. Es una gran victoria. Todavía no he visto mi objetivo”, afirma un eufórico Griezmann. “Era un partido contra el Madrid, el equipo más fuerte del mundo en el City. Los chicos lo dejaron todo y podemos reírnos. Creo que estamos muy bien controlados en el partido, apoyarlos es muy difícil, especialmente en su contragolpe. Griezmann marcó un gol espectacular y siguió con Riquelme. Cuando llegamos al estadio y experimentamos lo que vivimos, te emociona y exige que trabajes más duro. Grabé el partido del Liverpool. Esto parece algo que sería difícil de duplicar. Cuando los niños ven lo que pasan afuera, es emocionante y genera algo extra que es muy difícil de explicar. Nuestra gente tiene mucho que ver en el resultado”, celebró Simeone.
4
Oblak, Mario Hermoso, Witsel, Giménez, Marcos Llorente (Pablo Barrios Rivas, min. 98), Samuel Lino (Rodrigo Riquelme, min. 91), Koke, Saúl (Nahuel Molina, min. 56), De Paul (Azpilicueta, min. .105), Griezmann y Morata (Depay, min. 98)
2
Andriy Lunin, Nacho (Fran García, min. 105), Dani Carvajal, Rüdiger, Ferland Mendy (Brahim Diaz, min. 66), Modric (Kroos, min. 66), Camavinga (Dani Ceballos, min. 105), Federico Valverde (Aurelien Tchouameni, min. 73), Jude Bellingham, Rodrygo (Joselu, min. 80) y Vinicius Júnior
goles 1-0 minutos 38: Samuele Lino. 1-1 minuto. 45: Oblak (pp). 2-1 minutos. Min. 57: Morata. 2-2 minutos 81: Joselu. 3-2 minutos 100: Griezmann. 4-2 minutos 118: Rodrigo Riquelme.
Árbitro Guillermo Cuadra Fernández
Tarjetas amarillas Vinicius Junior (min. 44), Camavinga (min. 55), Morata (min. 58), Brahim Díaz (min. 68), De Paul (min. 78), Koke (min. 79), Simeone (min. 83) ), Aurelien Tchouameni (min. 84), Jude Bellingham (min. 86), Dani Carvajal (min. 89), Griezmann (min. 101) y Witsel (min. 113)
Los decibelios forman parte del plan del Atlético. La parafernalia estaba diseñada para generar una caldera en el Metropolitano que acompañaría una supuesta salida en la trompeta de los futbolistas de Diego Pablo Simeone. El primero fue la pirotecnia con la que la hanchada recibió el autobús del equipo. El olor a polvo de bengalas y petardos penetró hasta las entradas del aparcamiento. La baja temperatura posterior y el ambiente ambiente se llenaron con el homenaje sobre el césped al equipo infantil campeón del torneo navideño LaLiga FC Futures. El Coliseo Rojiblanco acabó ardiendo con el homenaje a Antoine Griezmann por convertirse en el máximo goleador de la historia del club y con el hombre a capella. El caldeo en la grada duró tanto que Bellingham llegó tarde para burlarse de Witsel y Giménez en lo alto del área pequeña e imprimir en remo violento en el cruce de Oblak.
El Atlético se redujo a un ejercicio de resistencia. Nadie lo interpretó mejor que Witsel. Este ejercicio de supervivencia era inevitable para el hombre en el que participaría Jan Oblak. Rodrygo se acercó al centro del área y tras un control prodigioso descerrajó un extraño al que el meta esloveno respondió con una doble parada milagrera porque se tuvo que rehacer para evitar que Vinicius los remachara en la búsqueda.
Atascado y gremial, el fútbol le regaló al Atlético uno de esos episodios sorprendentes. La única chica que el medio pudo empatar en el primer tiempo resultó en el gol de Lino. El pasado centro de De Paul le regaló a Rüdiger despejar de cabeza y se lo llevó a Brasil en el segundo palo. Con un toque suave y gentil salvó a Lino de la desesperación de Lunin.
El tanto dio pasó a una guerrilla con la que el Atlético pretendía subir al descanso con los recogepelotas en labores de zapa. Cada vez que el Madrid intentaba acelerar el juego en los saques, entraba al campo una pelota de más. Y al final voló para recuperar el ruido infernal que inundó el Metropolitano en los prolegómenos y en los primeros minutos del duelo. No vimos a los blancos manteniendo ese escenario volcánico ni la perspectiva porque Oblak acertó mal sus golpes con un golpe lateral con veneno de Modric en el centro del área. “Esos goles nos hicieron daño, pero el equipo siguió trabajando bien en el arranque de la segunda parte. Nuestros cambios nos dieron vitaminas, entraron mucho mejor que en el partido de la Supercopa”, añadió Simeone.
Aunque fue mejor que la primera parte, el Atlético también encontró su segundo gol cuando el Madrid se mostraba más fascinante. Lunin no se aseguró de palmar bien un centro raso de Marcos Llorente y Morata sólo tuvo que empujarla a placer. De nuevo el Atlético demostró su fiabilidad defensiva y su contragolpe para imponerse al Madrid. Y puedo hacerlo. Primero Griezmann y, sobre todo, Morata, al que Lunin le regaló una fila al balón. Joselu recurrió a generar psicosis en el siguiente partido con empatía. Pero Griezmann y Riquelme revelaron el arma histórica del Atlético: el contragolpe. “Aparece un futbolista mágico como Griezmann. Le dio el duelo a Vijnicisu y le hizo una broma, tenemos el coraje de retenerlo y que él quería estar con nosotros», concluyó Simeone.
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