Panamá experimentó un hecho sin precedentes cuando un apagón eléctrico afectó a toda la nación, dejando a millones de habitantes sin energía durante varias horas. De acuerdo con los responsables del Sistema Nacional de Transmisión Eléctrica (ETESA), el problema fue causado por un fallo técnico en una de las mayores centrales eléctricas, lo que llevó a un colapso en la red de distribución de energía. Este apagón, que detuvo las actividades comerciales, los servicios públicos y el transporte, es el primero de su tipo en la historia reciente del país.
El apagón tuvo lugar el miércoles pasado cerca del mediodía y se prolongó por varias horas, impactando a todas las provincias de Panamá. Las repercusiones del corte eléctrico fueron inmediatas: los semáforos dejaron de operar, los hospitales se vieron obligados a activar generadores de emergencia, y miles de personas quedaron atrapadas en el transporte público, particularmente en el Metro de Panamá, que detuvo sus servicios por completo.
La causa del problema: error en una planta generadora de electricidad
Según un comunicado oficial de ETESA, el apagón se originó por un fallo en una de las principales centrales generadoras de energía del país, situada en la provincia de Veraguas. Este desperfecto técnico causó una desconexión automática en el sistema interconectado nacional, lo que desencadenó una reacción en cadena que cortó el suministro eléctrico en todo el territorio panameño.
“Se trató de un incidente imprevisto que causó una sobrecarga en el sistema, resultando en una desconexión necesaria para prevenir daños más severos en la infraestructura eléctrica”, indicó Gilberto Ferrari, gerente general de ETESA, durante una rueda de prensa. Ferrari afirmó que, aunque el sistema eléctrico dispone de mecanismos de protección para prevenir situaciones de este tipo, la falla en la central eléctrica fue tan significativa que excedió las capacidades de respuesta inmediata.
Repercusiones en el país: desorden y pérdidas económicas
El apagón provocó un desorden considerable en las principales urbes del país, especialmente en la capital, Ciudad de Panamá. Miles de personas quedaron varadas en el Metro, mientras que el tráfico se convirtió en un caos por la inoperatividad de los semáforos. Se procedió a evacuar comercios y oficinas, y los hospitales funcionaron con capacidad reducida mediante el uso de generadores de emergencia.
El apagón generó caos en las principales ciudades del país, especialmente en la capital, Ciudad de Panamá. Miles de personas quedaron atrapadas en el Metro, mientras que el tráfico se volvió un caos debido a la falta de funcionamiento de los semáforos. Los comercios y oficinas fueron evacuados, y los hospitales tuvieron que operar con capacidad limitada utilizando generadores de emergencia.
“El efecto fue instantáneo y devastador para el comercio, especialmente en un momento en que el país intenta recuperarse económicamente tras la pandemia”, indicó Marcela Galindo, presidenta de la CCIAP.
Reacciones de las autoridades y críticas
El gobierno de Panamá, mediante el Ministerio de la Presidencia, afirmó que se están adoptando las medidas necesarias para prevenir que un incidente de tal magnitud se repita en el futuro. Sin embargo, las críticas sobre la administración del sistema eléctrico no tardaron en surgir.
Diversos especialistas destacaron que el apagón revela la fragilidad del sistema eléctrico nacional y la carencia de inversión en mantenimiento e infraestructura. “Es alarmante que un fallo en una única central pueda desencadenar un apagón de esta magnitud. Esto indica que el sistema no está preparado para enfrentar emergencias de este tipo”, comentó el ingeniero eléctrico Carlos Moreno.
Los partidos de oposición también utilizaron el evento para cuestionar al gobierno. “El apagón es una evidencia adicional de la falta de planificación y de la negligencia en la gestión de los servicios básicos. Los ciudadanos de Panamá merecen un sistema eléctrico moderno y confiable”, manifestó en un comunicado el líder opositor Rómulo Roux.
Los partidos de oposición también aprovecharon el evento para criticar al gobierno. “El apagón es una muestra más de la falta de planificación y de la negligencia en el manejo de los servicios básicos. Los panameños merecen un sistema eléctrico confiable y moderno”, expresó en un comunicado el líder opositor Rómulo Roux.
El servicio eléctrico comenzó a reanudarse paulatinamente tras cinco horas, aunque en ciertas áreas rurales la electricidad demoró más en volver. ETESA confirmó que se llevaron a cabo maniobras para estabilizar el sistema y que, una vez detectada la falla, se optó por desconectar la planta afectada para evitar más interrupciones.
Aunque el servicio fue recuperado rápidamente, el apagón ha iniciado un debate sobre la urgencia de modernizar el sistema eléctrico de Panamá. Según expertos, el país debe invertir en una infraestructura más sólida, diversificar sus fuentes energéticas y optimizar los protocolos de respuesta ante emergencias.
Pese a la pronta recuperación del servicio, el apagón ha dejado abierta una discusión sobre la necesidad de modernizar el sistema eléctrico panameño. Según especialistas, Panamá debe invertir en infraestructura más robusta, diversificar sus fuentes de energía y mejorar los protocolos de respuesta ante emergencias.
“La red eléctrica de Panamá ha crecido de manera desordenada en los últimos años, y este apagón es una llamada de atención para que se implementen mejoras estructurales. No podemos depender de un sistema que colapsa por un solo fallo”, afirmó el analista energético Juan Carlos Rodríguez.
El apagón a nivel nacional resalta la importancia de tener un sistema eléctrico fuerte y listo para manejar contingencias. Aunque las autoridades han prometido implementar medidas para evitar que esto suceda nuevamente, el incidente ha generado inquietud entre los ciudadanos y el sector empresarial, quienes piden más transparencia y compromiso en la administración de los servicios esenciales.
El apagón nacional es un recordatorio de la importancia de contar con un sistema eléctrico resiliente y preparado para enfrentar contingencias. Aunque las autoridades han asegurado que tomarán medidas para evitar que esto vuelva a ocurrir, el evento ha generado preocupación entre los ciudadanos y el sector empresarial, quienes exigen mayor transparencia y compromiso en la gestión de los servicios básicos.
Mientras tanto, Panamá enfrenta el reto de aprender de esta experiencia y transformar su sistema eléctrico para garantizar que el país pueda seguir creciendo sin enfrentar interrupciones que paralicen su economía y afecten la vida cotidiana de millones de personas. El apagón no solo dejó al país a oscuras por unas horas, sino que también iluminó las fallas estructurales que deben ser atendidas con urgencia.