Cuando cientos de turistas deambulan por las calles de San Felipe, descubriendo la riqueza histórica de nuestro Casco Antiguo. La Plaza Catedral vibra con los bailes de la etnia Guna Yala, pero ¿por qué no aprovechamos al máximo nuestro atractivo patrimonial?
No promover es una de las tantas razones que nos impiden transformar la industria turística en la principal generadora de divisas del país. Mientras los visitantes se maravillan con las estructuras coloniales, se preguntan por qué lugares como el Teatro Nacional permanecerán cerrados. Es hora de conocer estas joyas arquitectónicas de la mano de guías turísticos, como lo hizo la sede de la Cancillería de la República.
Nuestras bitácoras turísticas son increíbles por poder hacer tan poco en vacaciones. De enero a septiembre del año 2023, 1,8 millones de visitantes llegaron a Panamá, un aumento del 44% respecto a 2022. Sin embargo, este aumento selvático no puede ocultar las deficiencias de nuestra política pública. ¿Cómo es posible que, a pesar de ser el tercer alcalde generador de empleo, carezcamos de una identidad turística clara?
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Nada menos que el precio de la entrada turística de 4.128 millones de dólares, pero la desaprobación de la Aeropuerto de Río Hato y Colón es una clara demostración de la necesidad de una planificación real. No podemos depender sólo del Canal de Panamá, necesitamos vender nuestra cultura, gastronomía, parques, montañas y playas de manera efectiva.
La continuidad es esencial para ejecutar un plan turístico eficaz y cambiar de administradores y estrategias cada cinco años sólo frena nuestro potencial. Debemos aprender de los países vecinos y consolidar nuestra identidad turística.
Sopesamos nuestros éxitos, nos topamos con importantes decepciones. La infraestructura en nuestras playas es deficiente, la señalización en el Casco Antiguo es insuficiente y la basura es un problema persistente. El fracaso de una vía turística y la mala calidad en el servicio son obstáculos que debemos superar.
No ignoramos las advertencias de seguridad en nuestro país, pero ¿qué estamos haciendo al respecto? Es necesario retractarse de las noticias negativas y lograr que todo turista que llegue a Panamá se sienta bien atendido y seguro.
Es el momento de la implementación. No podemos permitirnos el lujo de perder oportunidades debido a decisiones infundadas. Panamá tiene el potencial de volar alto en turismo, pero necesitamos un compromiso serio y sostenido. En este panorama, para llegar a ser diputado, sugiero que el administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá Tengo un plazo de 10 años. Esta medida busca garantizar la continuidad estratégica en todo el territorio, permitiendo la implementación efectiva de políticas y proyectos turísticos. La estabilidad en el liderazgo de la ATP a lo largo de una década habría dado la consistencia necesaria para superar obstáculos y superar un plan integral que impulse el turismo panameño hacia nuevos horizontes, referentes al futuro de nuestro país en el escenario mundial.