Panamá rechaza postura de EE.UU. tras declaraciones de su embajada sobre China

El mandatario de Panamá, Laurentino Cortizo, ha solicitado a Estados Unidos que respete la soberanía nacional, en reacción a los comentarios recientes realizados por la Embajada de Estados Unidos en Panamá sobre el vínculo del país con China. Este asunto ha suscitado un intenso debate en el ámbito político de Panamá y en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

La controversia se desató cuando la Embajada de EE.UU. emitió un comunicado en el que expresaba preocupaciones sobre el creciente vínculo comercial y diplomático entre Panamá y China. En dicho comunicado, se advertía sobre los riesgos asociados con la influencia china en la región, sugiriendo que esta relación podría tener implicaciones negativas para la seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados en América Latina.

El presidente Cortizo, en una declaración pública, rechazó las insinuaciones de la Embajada y enfatizó la importancia de que Estados Unidos respete las decisiones soberanas de Panamá. «Nuestro país tiene el derecho de establecer relaciones diplomáticas y comerciales con cualquier nación que considere beneficiosa para su desarrollo», afirmó Cortizo. Este mensaje busca reafirmar la independencia de Panamá en su política exterior, especialmente en un contexto global donde las tensiones entre potencias como EE.UU. y China están en aumento.

Las relaciones entre Panamá y China han aumentado considerablemente desde que la nación centroamericana formalizó un acuerdo para establecer relaciones diplomáticas con Beijing en 2017. Desde ese momento, se ha observado en Panamá un incremento en la inversión china en infraestructura, así como en proyectos de desarrollo económico. Esto abarca la edificación de grandes obras, como puentes y carreteras, que son esenciales para el desarrollo económico del país.

No obstante, este enfoque hacia China ha generado inquietudes en Estados Unidos y en ciertos segmentos de la población de Panamá. Los detractores sostienen que la influencia china podría resultar en una dependencia económica y política, lo que pondría en riesgo la soberanía de Panamá. Esta discusión sobre la relación con China forma parte de un fenómeno más amplio observado en numerosos países de América Latina, donde la competencia entre Estados Unidos y China por el dominio geopolítico se vuelve cada vez más patente.

El mandatario de Panamá también destacó que, aunque Panamá aprecia su vínculo histórico con Estados Unidos, es fundamental que se respete su autonomía para diversificar sus asociaciones. Cortizo resaltó que su gobierno está dedicado al progreso económico y social del país, y que las decisiones en política exterior se basarán en los intereses del país y no en influencias externas.

Este acontecimiento ha reavivado la discusión en Panamá en torno a la política internacional y la importancia de adoptar una estrategia equilibrada que le permita a la nación sacar provecho de diferentes vínculos globales. Algunos expertos aconsejan que Panamá debería utilizar su ubicación estratégica como un destacado enlace entre América del Norte y del Sur para reforzar su presencia en la diplomacia mundial, diversificando sus conexiones y evitando ser arrastrado por la rivalidad entre grandes potencias.

Dentro de este entorno, la reacción de Estados Unidos será esencial. A pesar de que el país de América del Norte ha sido un aliado habitual de Panamá, el incremento de la influencia de China en la zona presenta retos que deben abordarse con sensibilidad. El gobierno de Biden ha expresado su intención de revitalizar y fortalecer los lazos con América Latina, pero es crucial que lo haga respetando la soberanía de cada país y promoviendo el diálogo constructivo.

La coyuntura actual resalta la complejidad de las interacciones internacionales en un mundo que se vuelve más multipolar. Panamá, gracias a su canal y posición geográfica estratégica, tiene la posibilidad de desempeñar un papel fundamental en la mediación y la construcción de vínculos entre las diversas potencias mundiales.

En resumen, el presidente Cortizo subraya la necesidad de un respeto recíproco en las interacciones entre Panamá y Estados Unidos, destacando lo crucial que es mantener la soberanía nacional en un mundo globalizado. Conforme Panamá sigue enfrentándose a los desafíos de una política exterior intrincada, será esencial encontrar un equilibrio que le permita progresar en su desarrollo sin perder su independencia. Este contexto no solo afecta a Panamá, sino que también indica cómo están cambiando las dinámicas de poder a nivel regional y mundial.

Por Bixintxo Armendáriz Campos