Los participantes de quienes presencian el gigantesco proyecto de la Legada en Madrid de Fórmula 1 se basan en informaciones de Deloitte de que en las negociaciones se deduce una línea principal ineludible: la capital de España debe organizar el Gran Premio durante 10 años, como finalmente Será entre 2026 y 2035, para no tener números rojos. La cesión de la marca F1 por una década contrasta con los casos de Barcelona, donde el último contrato tiene una duración de cinco años, y Valencia, que también disfrutó de los monoplazas durante una época de esplendor. En ambos casos la tasa anual para garantizar la prueba ha desaparecido entre 18 y 22 millones de euros. Sin embargo, en los últimos grandes premios se han cargado hasta 50. Una cifra que, de mantenerse, situaría la factura inicial de Madrid entre 200 y 500 millones en total, a lo que hay que sumar el gasto en obras a montado. y desmontar cada edición del circuito con sus gradas para más de 100.000 espectadores; salarios y ascensos del personal; comprar artículos físicos; gastos de explotación… Un fuerte aviso cuando los precedentes del resto de ciudades españolas se caracterizan por lo perdido.
“Si se ha elaborado un plan de negociación con Deloitte con una ventaja económica, que es a diez años”, explica una directiva del Ifema conocedor de las tripas del acuerdo. “Siguiendo el modelo, el pago de la cuota y los gases operacionales suben sin problemas del cálculo de resultados, y de ello también sube un ebitda [beneficio antes de restar los intereses por deudas, los impuestos, depreciaciones y amortizaciones de inversiones] suficiente para pagar la construcción y adecuación de las calles del circuito”, añadió sobre un contrato de amplio alcance, en la estrella de los 14 años firmado por Bahréin para su Gran Premio, y como era de esperar de las pretensiones de Barcelona en un intento de renovar el suyo.
“[Los diez años] “Es el horizonte necesario para asegurar el retorno de las inversiones y, en consecuencia, favorecer la vitalidad económica del proyecto”, insiste a Ifema, de lo que se deduce un modelo de negociación previsible con cifras negativas en los primeros años que deben compensarse con hipotéticos verdes. números en las últimas ediciones.
“Lo importante es el contrato con Liberty, la promotora de la F1, y cómo se comprobó que los pagos se producían durante 10 años”, explica otra fuente conocedora de lo que se cuece en la Comunidad de Madrid, donde la oposición se pregunta por qué Las administraciones no pueden poner un euro público, ni directa ni indirectamente, como han asegurado. “Y de esto se trata cada año el montaje, desmontaje y almacenamiento”, además, el circuito no se arreglará.
Pero nadie de cifras concretas sobre Madrid. Ifema, con la participación activa de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y Fundación Obra Social y Monte Piedad de Madrid, ha firmado un acuerdo con Liberty con estrictas cláusulas de confidencialidad. Además, el área de día laborable, que en 2022 batió su récord de facturación (188 millones) y obtuvo beneficios (1,9), está inmersa en una competencia para quienes han seleccionado a los operadores de referencia con el objetivo de gestionar el evento, subcontratándolo a un especialista. compañía. Una situación que ahora garantiza la opacidad con la excusa de que no es posible permitir la transferencia de datos que afecten a este proceso.
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Desde que Liberty Media conoció los derechos de explotación del campeonato (2017), el estilo de los protocolos de negociación con los candidatos para afrontar una prueba del Mundial ha cambiado mucho. Así que ese modelo prácticamente autoritario de Bernie Ecclestone, definido por su propio modelo con frases que pasarán a la historia: “Para organizar un Mundial sólo necesitas Ferrari y el Gran Premio de Mónaco”. La cita más popular del calendario goza de condiciones excepcionales, tanto por la cantidad del concepto de canon, que es prácticamente testimonio de ella; según el uso de las áreas comerciales y el club de paddock. La libertad quiere echar mano a esto y tirar de la cuerda, hasta el límite extremo de considerar la continuidad del gran premio más universal de todos. No es aconsejable establecer precedentes que puedan servir de pala a quienes llaman a la puerta del gran circoo quienes negocian para renovar.
Hay dos cosas seguras en Madrid. Primero: Stefano Domenicali, director general de la F1, está entusiasmado con el proyecto porque concluyó que había mucho dinero en Madrid, según uno de los interlocutores con los que partieron del nuevo gran premio. Y segundo, que la nueva prueba en la capital de España quedó descartada por el fiasco de Valencia, donde la Fórmula 1 dio una factura de dinero público de más de 200 millones y un circuito urbano construido para casi 100 que estaba ocupado por chabolas. Por tanto, en la nueva prueba se abre un circuito no permanente y no hay reversión pública.
“Los costes de funcionamiento se reducirán limitando el uso del terreno, una fracción respecto a un circuito permanente”, explicó Jarno Zaffelli, director general del estudio que creó una carrera que habrá que montar y desmontar cada año, durante la presentación del Gran Premio. Debido a que la propuesta se aprobará próximamente, la administración capitalina asegura que no se prevén expropiaciones en la zona de Valdebebas, donde se disputará el gran premio y los propietarios de las parcelas collindanti se irán de control por oficio que caíste del cielo.
“Madrid va a ser diferente, porque se ha propuesto abrir una nueva categoría de circuito, un circuito híbrido, un circuito espectacular, con tramos hasta ahora nunca vistos, especialmente pensado para los espectadores y la producción televisiva”, explicó José Vicente de los Mozos , ex director general de Renault España y presidente del consejo ejecutivo de Ifema. “Nuestro gran premio será el más sostenible del calendario”, Subrayó. Y me quedé: “Nuestra propuesta debe estar respaldada por un modelo económico sostenible y sin financiación pública. Ifema será el impulsor de este proyecto, pero para su organización contamos con la organización de algunos de los mejores operadores del mundo”.
Con estos socios, los organizadores prevén un impacto anual en el PIB de 450 millones de euros, lo que se traducirá en la creación de empleo para más de 8.200 empleados, lo que resume la relevancia de su inclusión en términos de imagen de marca, con una audiencia anual de más de 1.550 millones y reuniendo a 120.000 turistas. Los principales sectores beneficiados por el impacto económico son la hostelería y el alojamiento, con más del 30%, el comercio, la restauración y el ocio nocturno, con alrededor del 25%, y el transporte, con un 15%, según la Cámara de Comercio regional. Estos ingredientes suponen aproximadamente el 0,2% del PIB de la Comunidad de Madrid y el 0,4% del PIB de la capital.
Todos segundos estudios privados cuya metodología se desconoce y cuyo contenido no ha sido trascendido en su totalidad.
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