Los entrenadores de fútbol profesional en España están exentos del tratado que reciben de los árbitros. Convocado la mañana de estos partidos en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por el Comité de Entrenadores de la Federación Española de Calcio, fue Carlo Ancelotti el primero en pronunciar la palabra en el turno de preguntas y preguntas sobre cómo salió a relucir las quejas del gremio hacia los estudiantes y también sufren las cargas que muchos de ellos sufren cuando son despedidos.
El técnico del Real Madrid aseguró que los árbitros no respetan a los entrenadores y que, además, son ellos los principales jueces de sus decisiones porque influyen directamente en sus tareas laborales.
Las palabras de Ancelotti fueron seguidas por Quique Setién, quien señaló la importancia de que el técnico de un club como el Real Madrid reivindique una mejor actitud hacia el colectivo.
Ancelotti no paró en la siguiente reunión con los árbitros porque tenía previsto un entrenamiento nocturno. Lo mismo hizo Diego Pablo Simeone, que también tuvo que dirigir un entrenamiento a las seis de la tarde. “Es un lío, no entienden a los entrenadores”, dijo Ancelotti al inicio del reencuentro reivindicativo.
Los entrenadores se sienten muy observados por la formación cuando desempeñan su trabajo en el área técnica bajo la tensión de los partidos. La UEFA envió la orden de estar tajantes con los entrenadores tras la implementación y declaraciones de José Mourinho en el tramo final de la Liga Europa según las cuales la Roma perdió ante el Sevilla en la tanda de penaltis. El técnico luso primero declaró que “el árbitro parecía español y nos fuimos a casa muertos por una injusticia” y después se dirigió al aparcamiento del colegio en el estadio.
Los técnicos también se sienten presionados en los caminos de la prensa. Muchas veces uno no se atreve a opinar sobre los árbitros porque están sancionados. “No tengo libertad para expresarme cuando hablo de los árbitros, porque si digo lo que pienso me suspendo y quiero trabajar, aprovechar las emociones que siento en los partidos. En ese sentido no tengo libertad para contestar preguntas”, aseguró Ancelotti hace tres semanas durante la jornada Braga-Real Madrid. Un día después, Xavi Hernández la secundó. “Tiene razón. Si hablamos con los árbitros, se necesita una sanción, eso es una realidad”, afirmó el técnico del Barcelona.
Los entrenadores llegaron a las preguntas de los futbolistas, marcadas por la intención del sindicato (AFE) de que la federación modifique su código disciplinario que “ataca claramente la libertad de expresión del jugador”.
Este tema se abordó posteriormente cuando los árbitros, con su presidente Medina Cantalejo a la cabeza, se dieron cita en la reunión. Aceptó que debería haber mayor comunicación entre ambos colectivos y también aceptó que un comprador visite el palco arbitral al final de un partido si lo hizo de buenas maneras. Eso sí, Medina Cantalejo advirtió que no está sancionado por ningún técnico decidir que un árbitro es equívoco, será denunciado ante los órganos disciplinarios federativos de cualquier índole que acusen a una directiva de que sus errores han sido premeditados e intencionados. Ambas partes acuerdan crear un plan de trabajo combinado para empatizar más.
El otro gran pedido de los entrenadores fue el de los impagos. Ante esto, Xavi, que admitió que había escuchado la reunión con la intención de quejarse de las numerosas ruedas de prensa que no debían ceder, pidió actuar de manera conjunta. Aunque al límite del mes es necesario incluir un salario mínimo en el próximo conveniente. Los entrenadores de Segunda División argumentaron que en este caso la falta de respeto de los árbitros podría deberse a que ellos podrían haber hecho más que muchos de ellos.
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