El Poder Judicial de la Superliga se dejó ver en el Jurado 17 del Mercantil de Madrid. Los abogados de las demandantes, European Superleague Company SL y A22 Sports Managment SL, y de la demandante, UEFA, así como LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), personajes del caso, defienden su interpretación de la sentencia dictada. por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el pasado 21 de diciembre sobre las cuestiones prejudiciales planteadas por la judicatura de Madrid.
Los escritos de la Superliga instan a que, a través del fallado por el TJUE, la cuestión de interpuesta sea considerada en su totalidad hasta que el Alto Tribunal Europeo haya confirmado que UEFA y FIFA han cometido un abuso de posición dominante y han restringido la libre competencia para impedir la creación del torneo rupturista con multas para los 12 clubes fundadores. Además, calumnió el daño “indescriptible” causado a sus clientes por la paralización del proyecto por parte de la UEFA. Esto último augura una demanda multimillonaria de la Superliga y la A22 contra el organismo europeo donde juega Sofía Gil les da la razón. Lo que anunció el abogado de la A22 fue el inicio de acciones judiciales contra LaLiga y su presidente, Javier Tebas, porque se entiende que se trata de una “campaña de acogida y denigración que se ha lanzado en los últimos tiempos contra el proyecto de una nueva Europa”. competencia”.
Los aspirantes también defendieron que el proyecto seguía vivo y que los nuevos clubes que renunciaron a él apareciendo en el libro de deportistas de la Superliga Europea comunicaron su renuncia al proyecto. Asimismo, los textos de la Superliga cuentan la frase de su proyecto inicial “una campaña mediática de la UEFA y ayuda política contra lo que se dirige a los socios fundadores”. “Nos gustaría generar la apariencia de que la comunidad internacional les apoya, como si el apoyo político al que vulnera la ley le eximera de cumplirla”, defendiera el abad de la A22, en referencia a los hábitos contrarios de los fabricantes contra la Superliga desde parte de las instituciones y gobiernos europeos. Una de las cuestiones clave del juicio es si la UEFA, al igual que la FIFA, tiene derecho a autorizar competiciones internacionales. Los abogados de la Superliga defienden que su cliente no pudo pedir autorización porque la UEFA se fijó en un reglamento para él y por tanto no era posible pedir una autorización. Llegados a este punto, tanto los abogados de la UEFA, como los de La Liga y la Federación, defienden la existencia de la regulación en los estatutos de la FIFA y también una circular del ente que rige el fútbol europeo. El comunicado de la UEFA explica que no ha recibido ninguna petición de autorización para ninguna competición porque no ha limitado la jurisdicción ni el acceso al mercado de la Superliga. Y, además, cuando el juez planteó las cuestiones perjudiciales lo hizo sin escuchar a ambas partes y sólo fue remitido al TJUE por la postura de la UEFA.
Para la UEFA, así como para LaLiga y la Federación, que aportaron la evaluación completa de la solicitud, el TJUE mantiene la legitimación del organismo europeo para establecer un sistema de autorización siempre que cumpla con los criterios de transparencia, objetividad, proporcionalidad y solidaridad. . Además, también coincide con que el proyecto inicial de la Superliga “se vino abajo por el rechazo social que se generó tanto por parte de aficionados como de instituciones ante el objetivo de una competición cerrada en la que no se tenía en cuenta el mérito deportivo y se hacían esfuerzos”. oponerse al modelo”. Europeo para la deportación”.
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