A tiro y con más sofocos de los esperados, pero España sigue avanzando en el Mundial femenino. La orilla está cerca, son las finales, las que prácticamente los ubicarán en el preolímpico. El costo promedio ahora se otorga a una Argentina que se aplica como inferior a uno de los Guerreros que llegan al torneo. Un equipo racheado que se quedó a medio camino en el descanso (12-13), víctima de una primera parte muy extendida, pero entre descanso se encontró con lo único que necesitaba: más piernas y brazos en defensa. “En los momentos difíciles sabemos estar de nuevo. ¿Por qué no intentas evitar meterte en estas situaciones?», se quejó Ambros Martín.
El juego es sencillo, y más que el de un rival de la selección argentina, como quiso demostrar en el Cuarto Estadio de España, en el norte de Europa. Los abrí nuevamente y giré hacia el otro lado en busca de una conexión que esperaba ser oscura en el armario y abierta en el canal por los perdidos (18). Una vez que los guerreros alcanzaron sus objetivos con fuerza, pudieron correr hacia sus lados: 18-10 en la segunda mitad. La selección siempre se había ganado a una Albiceleste muy español (Una decena de jugadores están en La Liga) y este miércoles ha sumado su décimo triunfo. El viernes aguarda la República Checa (18.00 horas, Teledeporte), quizás la oportunidad de asegurados los cuartos perseguidos sin esperar al duelo del domingo ante los potentes Países Bajos. El siguiente nivel de necesidad.
La canción argentina tuvo una serie de segundos: la dirección creativa de Silvia Arderius (MVP con cinco tiempos – tres penales), la percusión de la nueva Paulina Pérez (cinco dianas), las canciones de Sole López (tres) y las acerías de Maitane Etxeberria, esta vez fluido también en ataque (sois gargantas). Entre ellos, golpearon en la segunda parte a un equipo bien apoyado por Marisol Carratú (nuevas paradas) y la pivote Giuliana Gavilán (ocho aciertos en 10 lanzamientos), pero no más. A una de sus contactos, Malena Cavo, le preguntaron precisamente sobre las encarnaciones.
Tras la angustiosa Victoria ante Brasil, otra vez en Frederikshavn una España gruñona, poco fina, y carente de errores (nuevo hasta el descanso) e imprecisiones. Hay una sensación de superioridad de la selección. Si sintiera que tan pronto como ajustara las cuerdas, obtendría una clave parcial. Pero esto no tuvo fin. Sólo una vez que logró una ventaja de dos goles en el primer tiempo todo se acabó. “Tranquila de noche y más cerca de ti”, le dijo Ambros Martín en un tiempo muerto. La cima no deja de bajar, también porque erraba claros lanzamientos.
En el otro país, Argentina también fue una maravilla y también perdió balones (estás en la primera parte). Pero tuve el partido en el que quería, en distancias cortas, masajear el sistema nervioso español, el más obligado a ganar. Los únicos que tuvieron agua en ambos ataques fueron los pivotes: sobre todo, Lysa Tchaptchet y Gavilán. El resultado fue un 12-13 en la mitad, inquietante para las Guerreras, que esperaban tener más dominio en el escenario pero no terminaron de poner sus motores al máximo.
El paso del vestido lo dejó ambrosina del seleccionador español. Al final del parón erais un equipo con mucho más orgullo, más contactos, más solicitudes. La defensa es la madre de la ciencia. Si fuera necesario repetir la técnica de las guerras a partir del primer día de concentración. Y así puedo usarlo prácticamente en el proceso. Los efectos fueron sanadores, también porque dieron permiso a España para lanzar un tormento de contrarios que acabaron con derribar la resistencia argentina, además Carratú detuvo varios ataques. El mensaje de Ambros Martín en la segunda parte fue otro: “Sigamos igual”, pidamos a sus jugadores.
Desde el 20-16 del minuto 45, todavía quedaba ese punto bajo para España, que puedo oxigenar a alguna veterana y exhibir a las jóvenes Danila So Delgado y María Prieto O’Mullony. Con tres segundos de ambas, el obturador se hace eco en un momento tardío de que la selección sólo se descifrará después del descanso.
España, 30 – Argentina, 23
España: Castellanos; Etxeberria (7), Mireya González (1), Arderius (5, 3p), Arcos (-), González de Garibay (-) y Tchaptchet (2) – equipo inicial – Zoqbi (ps), Campos (-), Lara González (-), So Delgado (2), Sole López (3), Gassama (1), Alicia Fernández (2), Paulina Pérez (5) y O’Mullony (2).
Argentina: Carratu; Cavo (2), Ayelén García (1), Gavilán (8), Pizzo (2, 1p), Karsten (3, 2p) y Dalle Crode (-) – equipo inicial – Rosalez (ps), Rivadeneira (1), Romero (-), Campigli (-), Brodsky (-), Learreta (-), Gandulfo (-), Bono (1) y Casasola (5).
Marcador cada cinco minutos: 2-2, 7-5, 8-7, 9-9, 11-11 y 12-13 (Descanso) 15-14, 17-16, 20-16, 23-19, 26-21 y 30-23 (El final)
Árbitros:
Fredrikshavn Norte Arena (Dinamarca). 902 espectadores.
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