Ante las escaleras, el Teatro Cervantes de Arnedo (La Rioja) vivió el pasado 9 de marzo una representación insólita, antes escenificada en un escenario tan solemne: encima de las mesas, nada menos que el incomparable espectáculo del cuerpo humano en su pleno esfuerzo. . Una mujer de 67 años y un hombre de 33, al frente, corriendo sobre líneas ceñidas, escenificaron casos disruptivos, explicados, analizados, desmitificados por dos fisiólogos ante la mirada boquiabierta de 500 personas. ¿No es atractivo el esfuerzo humano? Sí, y nos permite vivir más y, sobre todo, mejor. El deporte es vida, simplemente. Si no lo es, el mejor. Y no es el eslogan de un fabricante de zapatillas o de bicicletas, sino una conclusión necesaria que maneja la medicina y la fisiología… aunque no sepamos qué inventar para que la sociedad entienda el mensaje. Recientemente un estudio reveló que el 52% de la población española todavía no practica deporte. Los datos corresponden a la actual pandemia de obesidad y a los casos cada vez más frecuentes de cáncer o diabetes entre los jóvenes y pueden explicar la relación que los seres humanos serios mantienen con la energía. Dicho de otra manera, nuestra energía sobria en nuestros organismos. Lo utilizamos de forma defectuosa e ineficaz. O no lo utilizamos, lo que también es peor.
Adrián Castillo, David Gutiérrez, Borja Martínez Téllez y Aitor Viribay crearon el laboratorio METHUB, y apuestan por traducir el conocimiento científico relacionado con el metabolismo humano de la forma menos elitista posible. ¿Cuál es la mejor manera de entrenar gratis en un teatro? Tras sembrar en el escenario, una ambición, explica Castillo: “tal como funciona nuestra sociedad, el ejercicio es una herramienta esencial para mejorar la salud y el rendimiento. Necesitamos energía para nuestras mitocondrias, las centrales eléctricas de nuestras células, podemos recuperar nuestra capacidad de utilizar sustratos energéticos y podemos convertirlos en energía en forma óptima para seguir alimentando el ciclo de la vida. Si no lo hacemos, nuestro organismo colapsa”.
Lo que propone METHUB es una terapia de choque escenográfica no sólo en Madrid y Barcelona, sino también en ciudades españolas que no tienen acceso a eventos de corte cultural o científico. El proyecto defiende que la ciencia puede ser atractiva y útil e incluso aportar cambios significativos a las personas. Sólo que el mensaje muchas veces no es permeable, no se hunde, sino que perfora. “La ciencia utiliza un menú de códigos complejos, que necesitamos cruzar, utilizando claves para que el mensaje sea accesible. Diseñadores, periódicos, arquitectos… necesitamos ayuda para que el conocimiento sea atractivo y amigable”, explica Gutiérrez.
La primera fase del proyecto, sin público, se celebró en Barcelona a través de dos pruebas metabólicas realizadas por Andreu Simón y Sara Alonso, acompañados por profesionales del ultra trail, con el objetivo de medir el consumo de oxígeno, la producción de lactato y la cantidad de energía que exudas durante una prueba específica diseñada para tus disciplinas. “Con estos datos”, revela Castillo, “podremos analizar cómo gastan energía y todo, qué tan eficientes son dos deportistas de élite, máquinas a nivel metabólico a las que podemos enseñar el camino para mejorar el bienestar de la población general”. . En última instancia, los atletas de resistencia de élite representan la mejor versión humana del metabolismo. Tienes un nivel de energía alto, porque cambias mucho, pero también gracias a esto, una alta eficiencia. Y tanto, por supuesto, un mayor ahorro de latidos”. ¿Estás deseando que lleguen las cosas? ¿Para qué? Al parecer el ser humano dispone de una cantidad limitada de bienes, estimados en 3.000 millones, con los que debe gestionar su esperanza de vida durante mucho tiempo. Hacemos ejercicio, y es especialmente intenso que ‘gastamos latidos’ a gran velocidad, pero lo que a simple vista puede parecer un desperdicio es, en realidad, la mejor manera de disfrutar de los latidos a diario. “Esto le permite al deportista generar adaptaciones que hacen que el resto del día, semanas y años, sus días sean menores que los de una persona que no está entrenada. Antes de un ejercicio mínimo como subir a una sartén o debajo de una escalera, una persona no entrenada puede alcanzar 130-150 vueltas/minuto (lpm), lo que equivaldría a un deportista corriendo a 16-18 km/h. Incluido en reposo, una persona entrenada tendrá un pulso que alcanzará los 35-40 lpm, mientras que una persona no entrenada, 60-80 lpm. Los mecanismos que regulan todo este proceso son exactamente el metabolismo, lo decimos cómo utilizamos la energía”, área Castillo.
Con este conocimiento, por encima del escenario, los deportistas aficionado, Arturo de Blas, de 33 años, y Elena Ruiz, de 67, asistieron sus cuerpos al máximo esfuerzo mientras los equipos de METHUB respondían directamente a las dudas y explicaban los datos extraídos de los analizadores de gases para la producción de energía y de los medicamentos lácteos. La diferencia de edad entre ambos “actores” pretendía demostrar que la actuación puede extenderse a niveles avanzados. “Así, los valores de consumo de oxígeno de Elena obtenidos durante la prueba de 40 ml/kg/min son comparables a los de una mujer de 20 a 30 años. De su grupo de comestibles, la media puede rondar los 20-25 ml/kg/min”, afirma Castillo. Los datos directos se contrastaron con los resultados obtenidos por los dos deportistas en Barcelona: “podemos comparar en el sitio la gran diferencia en eficiencia, gas energético y latidos que tienen entre una persona metabólicamente casi perfecta, y el resto de humanos serios”. Muchos espectadores acuden al teatro truchero, vibrando con la electricidad del ambiente, pensando en cómo incorporar el deporte a sus vidas. Otros comentarios sobre el trabajo entre vinos.
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