El espectáculo de luces de Girona en Montilivi no parece tener sombra alguna. Y a menos que la fuerza del Gerundio lo proteja, con un repentino trillizo del gigante ucraniano Artem Dovbyk, y junto a otros su compatriota Viktor Tsygankov. El Sevilla estuvo a punto de llegar a la puerta de Gazzaniga para celebrarlo, sin tener en cuenta las repercusiones que esto causaría: pocos minutos después de la derrota de Isaac Romero, el equipo dirigido por Quique Sánchez Flores se tomó su propia medicina y metió tres goles de 9 de Gerona.
5
Gazzaniga, Miguel Gutiérrez, Yan Couto, Daley Blind, Juanpe (Antal Yaakobishvili, min. 29), Sávio (Pablo Torre, min. 73), Yangel Herrera (Jhon Solís, min. 65), Iván Martín, Tsygankov (Valery Fernández, min.65), Portu y Dovbyk (Stuani, min.73)
1
Dmitrovic, Jesús Navas, Sergio Ramos, Nianzou Tanguy Kouassi, Loic Bade (Marcao, min. 45), Adrià Pedrosa, Suso (Hannibal Mejbri, min. 62), Djibril Sow (Lucien Agoume, min. 76), Joan Jordán, Isaac Romero y Lucas Ocampos (Mariano, min. 76)
goles 0-1 minuto. 10: Isaac Romero. 1-1 minuto. 12: Dovbyk. 2-1 minutos. 14: Dovbyk. 3-1 minutos. 19: Dovbyk. 4-1 minuto. 55: Chigankov. 5-1 minuto. 88: Stuani.
Árbitro Pablo González Fuertes
Tarjetas amarillas Djibril Sow (min. 60) y Hannibal Mejbri (min. 62)
Aunque tuve tiempo para dos más. Acción y reacción para un club que consolida su luz futbolística, su poder ofensivo y su etiqueta de revelación del equipo. Nueva victoria ante el Sevilla (5-1) para Míchel que, imparable desde que empezó la temporada, ha dejado innumerables víctimas por el camino.
Dos equipos, además, con situaciones desiguales: mientras el Girona se mantiene prácticamente imbatible -esta vez sólo perdió ante el Real Madrid, que hizo un peor partido- como líder de la clasificación de la Liguera y avanzando a los cuartos de final de la Copa del Rey, el Sevilla Necesita volver a triunfar para no seguir su libre caída en el certamen nacional. El Girona tiene la temporada más alta en La Liga con 51 goles, mientras que el Sevilla tiene poco más de la mitad (26).
El equipo de Quique Sánchez Flores, con cuatro derrotas seguidas en Liga incluso vivo en Copa, está al borde de la zona roja del descenso, con 16 puntos en 21 jornadas y el Cádiz retrocede con un punto para el resto. La última vez que se vieron las caras Míchel y Quique, en las primeras vistas del pasado agosto, dos goles de Yangel Herrera y Aleix García permitieron al Girona marcharse del Pizjuán con los tres puntos en el balón. Han pasado cinco meses desde entonces. El Girona volvió a La Liga con su partido contra el Colista Almería entre luz, terremotos y calor con su público habitual —13.092 personas— en el frío de Montilivi.
Pero el Sevilla volvió con fuerzas renovadas para superar al Getafe en la Copa del Rey: sacó el balón peligrosamente cerca del área, y el equipo comandado por Michel se hizo cargo de la presión alta sevillista, provocando deslices y errores que un despreciado Gazzaniga no supo solucionar. Aguanta: Isaac Romero marcó el primer jugador del Sevilla. La defensa se quejó, los visitantes celebraron y el estadio se llenó de un silencio atronador. No dura mucho. Un segundo después, se repetirán las canciones.
El Girona reaccionó, recuperó fuerzas y se reorganizó para hacer honor al juego ofensivo que le proclamó máximo goleador de la competición nacional. El mejor jugador de La Liga durante el mes de diciembre, Artem Dovbyk, tuvo la oportunidad de remontar un tres tanto en apenas seis minutos y 33 segundos, con Savinho, Portu y Couto como la mayoría de bases y asistentes. El gigante ucraniano, además, dejó en la trinchera a Sergio Ramos, superó las pocas esperanzas del Sevilla y se convirtió en la primera elección de su equipo con 15 tantos.
La expedición a Montilivi del conjunto blanquirrojo saldría mal. Los contrarios del Girona ganaron un respiro para cada uno de los espectadores: cada jugada fue un especismo de goles a la portería de Dmitrovic. Pero la luz no falló cuando Savinho Pudo jugar -como durante todo el partido- para que la banda golpeara a Tsygankov, que regalaría el cuarto gol -más que cualquier goleador- en el festival goleador ucraniano en el estadio Gerund.
El Girona había intimidado al Sevilla, que se disolvió, irreconciliablemente, durante el resto del partido. Y Míchel ya estaba pensando en el próximo partido contra el Mallorca en los cuartos de final de la Copa del Rey, por eso el descanso y rotaba jugadores. Montilivi reaccionó, se levantó y aplaudió orgulloso a Dovbyk. La afición pidió a gritos un gol más, e invocó a la Diana de Stuani. Los cristales interiores de los espectadores se iluminaron: la luz del Girona fulminó, una vez más, a su rival.
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