La selección española de Balonmano, actual subcampeón continental, aunque pese a la Eurocopa disputada en Alemania, quedó eliminada en primera fase por 33-33 con Austria, en un choque que los hispanos no pudieron servir de ninguna manera. Lección de carácter ofrecida en la segunda mitad. Un momento en el que Jordi Ribera se dio cuenta de que jugaba sin su gran estrella, su compañero Alex Dujshebaev, que se jugó la tarjeta roja a los tres minutos para prepararse para una acción, en la que los jugadores colegiales revisaron las imágenes del vídeo, estima que tuvo un gran éxito en el podio de Lukas Hutecek.
El europeo sufrió tortuosamente la contundente derrota (29-39) que alcanzó a España ante Croacia en la primera jornada. Esto también obligó a los hispanos a ganar todos los partidos, cosa que no pudieron hacer este martes ante Austria, lo que hizo que estuvieran en los últimos minutos dispuestos a alzarse con el triunfo.
Efectivamente, España afrontó los últimos 45 segundos con ventaja (33-32) en el marcador tras un gol de penalti de Aleix Gómez, pero Austria, a quien la diferencia entre la selección española valió la pena, disfrutó de una última posición en la que Bozovic no hizo nada. No tuvo que desaprovecho para marcar el 33-33 definitivo, que ya hizo el siguiente tiro final de Imanol Garciandia.
Doloroso final para un torneo y un partido en el que los españoles nunca encontraron la forma de mostrar esa imagen sólida que les había permitido llegar a las últimas cuatro finales continentales. Ayer, cuando lo mejor jugaba en defensa, con Alex Dujshebaev cortando todas las líneas de pase desde la posición de avanzada y Viran Morros bloqueándolo todo a su espalda, recibió la expulsión que lo cambió todo. Dujshebaev no sólo siguió a su gran estrella, sino también al hombre que lideraba la defensa con su velocidad de brazos y manos. Circunstancia que obligó a Jordi Ribera a marchar con una derrota por dos goles (15-17) en el vestuario, donde quedó al descubierto la conspiración que permitió a España reaccionar al inicio de la segunda parte. Un final de segundo tiempo en el que la selección española, gracias a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, y sobre todo a los goles de Ian Tarrefetal El 28-28 con el que se adelantó a poco más que nuevos minutos para la final ya hacia presagiar lo peor. España no se abandonó y acabó cediendo su empatía a los 33 que la jornada quedaba fuera de la Eurocopa.
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