ACB – cuartos – jornada 1


El Barcelona destrozó la margarita de los títulos del curso sin éxito alguno, temporalmente quien amenaza con quedarse en blanco mientras el Madrid enlaza a alirón tras otro. Descubierto de la Supercopa y caído en la final de Copa -ambos invita ante el archienemigo-, derrotado en la fase regular de la Liga Endesa por quedar tercero y derrotado por Europa antes del Los últimos cuatroEl equipo azul rema hacia ti playoffs de la ACB para no fracasar con el nuevo proyecto, basado en todo caso en lo económico y en los nombres, y en el viejo Mirotic y desatinado el supuesto grande fichaje de Hernangómez -este domingo aún no ha llegado al tercer cuarto-; 8m 28s en total, porque Vesely no cedió terreno. El primer paso para la recomposición fue Dios en Palau antes que Tenerife que fue el Club Baloncesto GuyEl equipo consiguió así 34 puntos, un espectáculo delicioso que debido a su lesión quedó sin recompensa, superado por el Barça y, sobre todo, por Parker.
BARCELONA, 96 – TENERIFE, 86
Barcelona: Rubio (2), Laprovittola (9), Parra (9), Parker (23) y Vesely (10) -quinteto titular-; Da Silva (5), Brizuela (0), Satoransky (8), Hernangómez (4), Abrines (19), Jokubaitis (2) y Kalinic (5).
Lenovo Tenerife: Huertas (17), Guy (34), Cook (6), Abromaitis (4) y Guerra (13) -quinteto titular-; Vicedo (3), Fitipaldo (0), Salin (0), Diop (0), Stevic (3), Sastre (0) y A. López (6).
Parcial: 28-16, 22-30, 22-26 y 24-14.
Árbitros: Benjamín Jiménez, Luis Miguel Castillo y Yasmina Alcoraz. Eliminaciones de pecados.
Palau Blaugrana. 6.033 espectadores.
Adaptado al ecosistema de Barcelona y aplicado en táctica, son muchas las horas que personal -Se dedicó a absorber el balón europeo a través de una vida en la NBA-, Parker es el ojo derecho del Palau y de la vestimenta para su continua efervescencia. Él, con su eterna sonrisa y en ocasiones querida por las noches -antifaz de su interiorizada competitividad-, se lleva los premios. Como al principio de esta serie, el Barça, abofeteado en el curso, se lo juega todo de rojizo o negro. Ataca, salta, balancea y entra. Tres triples para abrir boca y otra canasta de dos, 11 puntos en el cuarto para explicar que el Barça no puede ir con chiquitas. Y menos cuando Kyle Guy está en problemas, el pistolero De Indiana, el fuego del Tenerife reside ahora en la rebotica baluartes como Shermadini, Doornekamp y Jaime Fernández. Pero Guy ofrece una versión mejor de la historia más amplia: el jugador de cartas eléctricas y el jugador de monedas de oro, un festín de enchufar. Resultó que Lenovo no empezó sólo con Guy, por lo que aprovechó antes del abandono de recursos del Barça, momentos de circulación rápida y pases limpios por la banda. recoger y rodarTriples en verano (6 de 9) menos que un Ricky Rubio que vuelve con la pistola para subsanarlo con asistencia.
Vidorreta culpó a sus jugadores porque no les importaba el delantero ni la factura durante la semana, obviando que Marcelino podría ser el jugador que mueve el mundo. Cuando aceptó la entrega, Lenovo aprovechó el impulso de la invitación, dirigida por Marcelinho y catapultada por un niño en combustión, capaz de triplicar metros desde las escaleras o desde su casa, desequilibrándose o con un salto a una sola piedra, una espectáculo Es irreprimible que quisieras recordar que Guy es un jugador. playoffsAnteriormente había disputado seis puntos y en cuatro superó los 20 puntos y en otros dos, los 30. En el Palau sacó 23 a la entrada, un registro que le bastó al conjunto tinerfeño para medirse en la piel. Pese a la derrota del Barça, sólo Abrines supo responder desde la periferia, con los dos igualados atrás (50-46).
Guy mantuvo más claro. En el uno contra uno se descompone ante los rivales y la carga de personal, una máquina que los azulgrana no logran registrar. Sin contenedores. Más de uno aquí, tres veces allá, Dios mío Verifique Lenovo por primera vez (55-57). Ante el abrasivo baloncesto de Guy, el Barça perdió en las ayudas, en los dos contra uno, una capacidad de atracción que liberó a sus compañeros; Vicedo y Álex López desde extrarradio. De nuevo, sólo Abrines protestó desde el triple y al final Hernangómez jugó y explicó quién es Casco debajo del arma, llegan unos brazos para pedir al extraterrestre del Palau hasta el borde de la ternura del técnico. Y Parker, encima del cuenco, en un remate imposible del equipo, sacó uno canastón colocar las tablas (72-72) al final del último capítulo.
En el corazón caliente apareció por fin la frialdad de Laprovittola, robo, asistencia y canastas, bolas al bueno. Pero no encontró ecos ni ecos, desafiados por los azules, a la gresca con la llama. Ante un compañero y tras un tiro en suspensión de Parker, incluso un baile de Parra en la botella, arrasaron al Barça. Chico, ya con el lenguaje antiguo -jugó todo menos x minutis-, perdí eficiencia y el Lenovo quedó en la mitad. O menos. Jauja en el Palau, después de Vesely, Satoransky y el nuevo Parker (23 puntos en el partido), crearon el duelo y el triunfo a costa de Guy. Un cero en la serie que sustituirá al miércoles de Tenerife.
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