Pero suponemos que estos millones de automóviles también podrían recargar la red, que ya está recibiendo una creciente demanda de electricidad de bombas de calor y centros de datos, dijo Aseem Kapur, director de ingredientes de GM Energy, una unidad de General Motors que ofrece servicios a los propietarios de vehículos eléctricos. Para ayudar a nivelar la demanda, “los vehículos eléctricos pueden suponer una recuperación importante”, afirmó.
Pero antes de que esta visión pueda volverse realista, es necesario resolver algunos problemas.
Es posible que a los propietarios no les importe que sus automóviles estén conectados a la red porque les preocupa que la carga y descarga constantes desgasten sus baterías más rápido.
Algunos expertos en energía dicen que la degradación sería insignificante, especialmente si las empresas de servicios públicos utilizan sólo una pequeña fracción de la capacidad de la batería. Renault aborda este problema ofreciendo a los participantes en su programa de almacenamiento de energía la misma garantía de ocho años y 100.000 millones que recibirán las personas que no participen.
Otro desafío es que algunas empresas de servicios públicos estatales y las agencias estatales que prefieren la supervisión operan redes centralizadas donde la energía fluye casi por completo en una dirección: desde las plantas de energía hasta los hogares y las empresas.
Para superar la resistencia de las empresas de servicios públicos, Maryland aprobó hace un mes que les exige adoptar esquemas de precios bidireccionales y ofrecer incentivos financieros.