Terminar el año corriendo es una de las tradiciones más emblemáticas de Madrid. La Nochevieja vallecana, la carrera multitudinaria más popular de España, que celebró este domingo su 59ª edición, ha llegado a su punto final en 2023 con una jornada festiva y memorable. El colofón lo puso el intenso duelo celebrado entre el español Mo Katir y el etíope Baheri Aregawi, del que venció el africano en su primera participación en la prueba madrileña con una marca de 27m 16s. Otro etíope, Ababel Yeshaneh, corre entre los corredores con un tiempo de 30 metros. 31s. Por otro lado, en la pista Popular, Nicolás Cuestas, atleta olímpico uruguayo, batió el récord con un tiempo de 28 minutos y 49 segundos, y mientras la española Lorena Lorenzo se quedó a tres décimas de batir el récord femenino.
Katir llegó con el objetivo de repetir victoria del año pasado y batir el récord de la prueba, propiedad del ugandés Jacob Kiplimo (26m 39s). Pero ni una cosa ni la otra, y eso nos impedía gestionar con autoridad. En la primera curva, en la calle Serrano, los españoles habían iniciado la carrera y sólo Aregawi y el español Aarón de las Heras podían seguir el ritmo. Una vez llegaron a la puerta de Alcalá, todo sucedió entre ambos, Katir y Aregawi cara a cara. El español marcó el ritmo en el Paseo del Prado mientras el etíope esperaba el momento para atacar. Se dirigió al inicio de la esquina de la Avenida de la Albufera, donde empezó a tirar y dejó a Katir para entrar solo en el Estadio de Vallecas.
“Es muy especial estar aquí, la fiesta es increíble. Espero pasarlo bien, nada más”, reconoció a EL PAÍS Aregawi, subcampeón del mundo de cross country y campeón del mundo de 5 km en ruta, antes de iniciar la carrera. Con una marca de 27m 16s no puedo batir el récord absoluto de la prueba, pero sí fue suficiente para salvar 22 segundos a Katir. De las Heras logró mantener el tercer puesto y terminar con un tiempo de 27m. 52s.
Para los profesionales fue una jornada de mucho nivel, pero para el resto de participantes su carrera fue una auténtica celebración. Durante los 10 kilómetros que separan la glorieta Padre Damián del Estadio de Vallecas, cerca de 42.000 corredores, según datos de la organización, disfrutaron de las luces y el ambiente festivo de la capital en el último día del año.
Una tradición y una celebración
Ahora antes de emprender la primera ronda de la carrera Popular ya empezamos a traer a los primeros corredores, cada uno con su estilo para prepararse. Había quien calentaba dando vueltas al Santiago Bernabéu, aledaño al lugar de la salida. Otros retoman sus disfraces, tan coloridos como siempre. Y los más animados se soltaron en la zona de anotación donde DJ Nano amenizó la fiesta. “Es una carrera emblemática para el medio ambiente y la tradición”, destaca una compañera de 72 años, que se ocupa de la Nochevieja desde hace 12 años.
La mayoría de los compañeros repitieron esta edición, pero tuvieron alguna novedad sorprendida por el ambiente. “En el menú se han encontrado con estos dos”, murmuró, señalando a sus compañeros a un corredor que se esforzaba con su vestido de Nochevieja como el Capitán América. “Uno de mí decidió venir y preparé la destrucción entre yo. La verdad que el ambiente es increíble y está muy contento de haberlo recibido”, reconoce. También fue la primera vez para muchos jóvenes, ya que sus padres se esforzaron por implantar la tradición. Uno de esos casos fue el de dos matrimonios que no fracasaron en sus carreras en 2010 y que, al final, convencieron a sus hijos para que los acompañaran.
Hay muchas características reconocibles entre los aficionados. Leyendas del atletismo como Fermín Cacho o Reyes Estévez se formaron en la subida que también realizó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, todos disfrazados entre la multitud que bailaba y cantaba todo el tiempo mientras avanzaban por las calles de Madrid. Una vez llegamos a Vallecas todo fueron abrazos y felicitaciones, una vez recuperamos el distanciamiento. Correr 10 kilómetros no es el moco de un pavo real, y el mejor vestido de Superman.
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