Un ganadero centenario sofocó varios edificios de cobranza y aseguradoras en la localidad de Morlaix, en la Bretaña francesa, y protesta contra el banco de valores y gastos de administración.
Tras informar a la policía de esta región del norte de Francia, los campesinos utilizaron tractores y camiones para botar alcachofas, coliflores y fertilizantes en las calles y quebraron vidrios.
El primer ministro francés, Manuel Valls, condenó los métodos utilizados por los manifestantes y en especial los que impiden que los bombarderos asfixien a las llamas.
Los agricultores se quejan de que no pueden superar el rango de precios de sus productos.
Su situación se ha producido por el embargo que ha impuesto Rusia al paso de algunos productos occidentales por la crisis de Ucrania, que ha bloqueado uno de los principales mercados de exportación de algunas hortalizas europeas.